La llegada del invierno, y con él, el frío, dan paso a una mayor frecuencia de catarros y gripes; pero la causa no está clara, aunque muchos estudios apuntan a que el frío en sí no basta para producir los procesos virales, toman como ejemplo la Antártida dónde sus científicos nunca se acatarran; otros estudios relacionan directamente
Sea la temperatura un factor relevante o no para el desarrollo de la infección en nuestro organismo, de lo que no hay duda es de que lo que más nos afecta es la exposición al virus.
En las épocas más frías y más húmedas tendemos a estar más juntos en lugares cerrados durante más tiempo, es el efecto "apelotonamiento" , fácilmente detectables en los escolares, por ej, y es el principal causante de la propagación de los virus.
En estos casos es más importante minimizar esta exposición que abrigarse: Lavarse las manos con frecuencia es uno de los mejores remedios eficaces contra este tipo de infecciones, sino, la mejor. Remedio sumamente fácil y que tenemos que poner en práctica y hacer lo posible por inculcarlo a nuestros pequeños, aunque sea ardua tarea.
Aparte de minimizar la exposición, nos encontramos con una serie de remedios que nos pueden ayudar en gran manera a prevenir y/o combatir a estos virus estacionales; remedios que no por asequibles debemos menospreciar su valor:
1.- Caldo de la abuela: Este famoso caldo, llamémosle de la abuela, de mama, de pollo, etc, es un fantástico remedio contra los procesos catarrales y gripales. Ayuda manteniendo la humedad de la faringe y favoreciendo la eliminación de moco, que es lo que provoca la congestión de las vías respiratorias. ¿quién no ha escuchado la expresión: " este caldo resucita a los muertos"?. Hay que aclarar, que estamos hablando del auténtico caldo casero, no de ese caldo que ya venden prefabricado que ha sido sometido a todo tipo de desmadres químicos perdiendo todas sus propiedades, ni de los caldos que se hacen con las desgraciadamente populares pastillas de caldo prensadas que no son sino fuentes de grasa y sal pura.
2.- Cítricos: La naranja es una de las frutas con más contenido en Vitamina C que fortalece el desarrollo inmunológico, por ello se recomienda consumirlas abundantemente antes de los cambios de estación, para prevenir estados gripales futuros.
3.- El ajo: Es un antibiótico natural por excelencia, en medicina natural se recomiendan las curas preventivas de ajo antes de los cambios de estación, como forma de prevención. Si no queremos consumirlos crudos, podemos consumirlos en conserva, que podemos encontrar en la mayoría de los supermercados en la sección de los encurtidos.
4.- El yogur: Alimento probiótico muy útil para estimular nuestras defensas, recomendable en todas las dietas y como hábito saludable que ayuda en la prevención de las enfermedades en general.
5.- La canela: A la canela, la medicina tradicional china la incluye dentro del grupo de alimentos "picantes", este grupo de alimentos tiene entre sus propiedades las de ser potentes expectorantes y brondilatadores, siendo un remedio muy eficaz contra los síntomas catarrales. En ciudades con gran altura sobre el nivel del mar, como ocurre en México, los alimentos picantes son de uso diario, y no es por costumbres, como muchos pensarían, sino por necesidad, década tras década los oriundos de estas tierras los han usado para mejorar su respiración en estas zonas donde la presión de oxígeno es baja. La mejor manera de tomarla es prepararla en infusión, 2 o 3 ramitas de canela hirviendo en 1 litro de agua, y tomar 2 o 3 vasos al día. Se puede endulzar esta infusión con miel o estevia.
6.- Vitamina D: No vamos a detallar de nuevo las maravillas de la vitamina D, las cuales podéis leer en esteartículo; sólo hacer hincapié en su gran poder inmunológico que en estas fechas cobra especial importancia.
Y para terminar, mi último consejo, no fumes, vapea ;-)
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